Jueves, 9 de Mayo de 2024

Lucas Delfino al tope del ranking de "truchos"

La auditoría realizada sobre las cuentas oficiales de Twitter de las principales figuras políticas pone al dirigente de Hurlingham a la cabeza de los que más seguidores falsos compraron. Tiene un 72% de seguidores truchos, mientras que Juan Zabaleta, Intendente de ese distrito tiene sólo el 7%. Cristina Kirchner es la que más perfiles falsos posee como seguidores en términos nominales, pero en valores porcentuales representa el 53%. 41% tiene Macri, y en la franja de los sesenta puntos porcentuales se ubican Elisa Carrió y Sergio Massa, entre otros.

14-02-2018



El "mercado negro de las redes sociales", un negocio millonario vinculado a la compra de seguidores falsos de Twitter y a la necesidad de "ser", o al menos aparentar, fue expuesto hace unos días por The New York Times, a partir de la decisión de Facebook de priorizar la interacción de perfiles personales por sobre las páginas de empresas o de aquellos detectados como "truchos", utilizados principalmente para divulgar noticias falsas o intervenir en debates tratando de imponer tendencia desde los Call centers.

Empresarios, modelos, políticos, deportistas y otras celebridades estadounidenses recurrieron a la compra de avatares para engrosar el número de seguidores y dar así una imagen de popularidad, y sobre todo, de aceptación en el caso de los políticos. Pero la compra de seguidores falsos no queda circunscripta a los límites estadounidenses. Se repite a lo largo y ancho del mundo y la Argentina no es la excepción, sino más bien, es parte de la regla.

Hay diferentes tipos de usuarios falsos, y pueden utilizarse de diferentes maneras, pero todos tienen un patrón común: saltan a la vista cuando se los pasa por un filtro, por alguna de las varias aplicaciones que dan cuenta de la falsedad de la cuenta.
Twitter Audit es una aplicación que realiza una auditoría de los seguidores que tiene una cuenta para devolver un resultado que discrimina entre seguidores reales y falsos.
Para llegar a esa conclusión, la aplicación evalúa las distintas cuentas que siguen a otra cuenta en función de los tuits que escriben, la frecuencia con que lo hacen, la fecha del último posteo y la proporción que existe entre el número de seguidores y las cuentas a las que siguen. Así por ejemplo, una cuenta que siga a 10 mil cuentas y a la vez no tenga ningún seguidor será calificada como falsa.

Twitter es una de las plataformas de comunicación más utilizadas por los políticos para instalar temas de agenda en los medios de comunicación y en la opinión pública, para insertarse en el debate público, para generar controversias y hasta para hacer anuncios oficiales. La cantidad de seguidores de sus cuentas se convierte en un "arma" por su capacidad de influencia.
Así como cotizan monedas, existe un mercado negro de seguidores; los costos de compra de estos falsos seguidores o seguidores "blue" ascienden a 1 dólar cada 100 seguidores.
Según un Estudio de la Universidad del Sur de California 48 millones de cuentas de twitter son bots (cuentas robotizadas) que representan el 15% del total de 319 millones de cuentas de twitter.

En la Argentina, y después de haber sometido las cuentas a la auditoría, en el top 10 ?es decir, con mayor cantidad de seguidores falsos- de cuentas de funcionarios y dirigentes del Gobierno Nacional se encuentran 5 ministros, 1 senador, la vicepresidenta de la Nación y el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y 2 funcionarios del Ministerio del Interior que encabezan la lista. Los valores oscilan entre el 77% y 53% de cuentas falsas.

La ex presidenta Cristina Fernández encabeza el ranking de seguidores truchos por su cifra nominal, pero en términos porcentuales significa un 53% mientras que Mauricio Macri, el segundo en términos absolutos, suma un 41% de cuentas apócrifas.

Horacio Rodríguez Larreta, Sergio Massa, Gabriela Michetti y Guillermo Dietrich se mueven en números cercanos al 60 por ciento de seguidores comprados. En tanto, Elisa Carrió, Patricia Bullrich y Marcos Peña, están en la franja del 50 por ciento y María Eugenia Vidal del cuarenta.

Pero una de las cifras que más llamó la atención tras realizar la auditoría, fue la de dos funcionarios del Ministerio del Interior: Ricardo Giacobbe (77%) y Lucas Delfino (72%), a su vez, dirigentes de Berazategui y Hurlingham, respectivamente.

Giacobbe y Delfino se convirtieron en los funcionarios con mayor porcentaje de seguidores comprados en la red social del pajarito, y en el caso de Delfino, la cifra resulta aún más escandalosa cuando se la compara con los dirigentes de su distrito.

Mientras Lucas Delfino (concejal de Cambiemos y Subsecretario de Asuntos municipales del ministerio del interior) ostenta la friolera de 72% de cuentas apócrifas que le abultan el número de seguidores, Juan Zabaleta (intendente de Hurlingham) tiene apenas el 7% de seguidores truchos.

Si a Delfino se lo compara en cambio con concejales y funcionarios locales, la diferencia es todavía peor. Pablo Del Valle (Jefe de Gabinete) sólo registra el 2% de seguidores no reales; mismo porcentaje que la auditoría arroja para Martín Rodríguez (concejal Unidad Ciudadana) o Luis Acuña (ex Jefe comunal y actual concejal del Frente Renovador).

El PRO en sus orígenes y Cambiemos luego de conformado el frente electoral, ha sido parte activa de la utilización de esta metodología que en muchos casos se maneja a través de los denominados "troll", que suelen ser perfiles no reales, que desde los Call Center intervienen en la distribución del mensaje que le interesa instalar al gobierno nacional, o como en el caso de Delfino, a un dirigente con aspiraciones de llegar a sentarse en el principal sillón del municipio. El problema es que si bien ostenta una cantidad de seguidores que a priori presenta como un número de personas que apoyan su proyecto, la aparición de la auditoría no sólo da por tierra que cuente con la aprobación de sus vecinos, sino que además lo deja expuesto como el más mentiroso de todos los dirigentes. De Hurlingham, por amplísima diferencia, y del país en segundo lugar detrás de su colega Giacobbe.

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